Hace más de 10 años que en el contexto internacional (desde la OCDE, la UE y otras) se indica la necesidad de apostar por la profesionalización de la contratación pública como estrategia imprescindible para mejorar sus resultados en términos de eficiencia (calidad, ahorro, agilidad…) y valor estratégico (social, de innovación, sostenibilidad…).
La Comisión Europea impulsó en 2020 un primer marco europeo de competencias de referencia (ProcurCompUE) sobre el que el Instituto Nacional De Administración Pública (INAP) ha desarrollado el Marco de competencias para la contratación del sector público de España este año 2024.
Marco de competencias para la contratación pública en España
Un ámbito tan dinámico, complejo y que abarca a todas las entidades del sector público español requiere un marco de competencias práctico y efectivo.
Para ello el INAP conjuntamente con otras instituciones ha definido este marco detallando las competencias profesionales (el saber hacer) necesarias para desarrollar las funciones en contratación pública en 7 genéricas y 12 específicas. Y ha establecido los niveles de dominio (básico, medio, experto) en el que deberían manejarse tanto las unidades de contratación (área especialista en contratación pública) cómo los servicios o centros gestores (quien necesita contratar y desempeña en general las funciones de responsable de los contrato).
Las 12 competencias específicas del marco español agrupan e incluyen las 19 competencias específicas europeas y trasladan la competencia en legislación a cada una de ellas de forma transversal, al igual que incorporan los aspectos clave para el desarrollo de estas 7 competencias genéricas y transversales:
- Pensamiento analítico y crítico
- Comunicación
- Gestión de relaciones con las partes interesadas
- Conciencia organizativa
- Trabajo colaborativo
- Dirección de equipos y liderazgo
- Orientación a los resultados
Para alcanzar una contratación pública eficiente, íntegra y estratégica todos coinciden en la necesidad clave de profesionalizar a todas las personas que intervienen en el proceso, dotándolas de capacitación, herramientas, experiencia y la necesaria orientación a resultados.
El proceso de la contratación pública tiene 4 fases principales en las que estas competencias deben desarrollarse:
- Proyectar la necesidad
- Diseñar una solución
- Seleccionar al proveedor
- Gestionar el contrato
Competencias específicas en contratación pública
La primera de las competencias empieza por asegurar que todas las partes conocen y comprenden todo el ciclo de vida de la contratación que incluye estas 4 fases y el conjunto de las 11 competencias restantes.
1. Ciclo de vida del proceso de trabajo
En esta competencia todas las personas implicadas deben comprender todo el ciclo de vida del proceso de contratación pública, reconociendo la importancia de cada fase y siendo conscientes del impacto que tiene “su parte” en el resultado final. Esto implica conocer todas las etapas del proceso y su estado de situación (riesgos y oportunidades) desde su inicio hasta la finalización para mejorar sus resultados.
2. Evaluación de necesidades
Los profesionales deben identificar de manera clara y precisa las necesidades que deben ser satisfechas mediante contratos externos. Esto implica un análisis detallado de los requisitos y objetivos del contrato, asegurando que estén alineados con los objetivos, prioridades y los recursos disponibles. Además, es fundamental evaluar el rendimiento de los contratos vigentes y anticipar las necesidades derivadas de proyectos en curso. Esto requiere disponer de datos estructurados y herramientas tecnológicas que faciliten este análisis y la planificación coordinada entre los Centros Gestores y las Unidades de Contratación.
3. Análisis del mercado. Consultas
Antes de contratar, es clave analizar qué ofrecen los proveedores en el mercado para saber si pueden satisfacer nuestras necesidades y de qué manera. También para limitar el riesgo de licitaciones fallidas o problemas durante la ejecución del contrato. Ello requiere conocer los posibles proveedores, los límites y costes de las soluciones del mercado, etc.
4. Estrategia de contratación
Aquí se trata de diseñar y poner en práctica los mecanismos que orienten la toma de decisiones en cada una de las fases (pliegos tipo, cláusulas,
procesos de evaluación, racionalización…) para maximizar los resultados esperados en términos de eficacia (resolver necesidades), eficiencia (calidad, agilidad y ahorro), y con impacto estratégico real. Es esencial trabajar en entornos colaborativos y aprovechar la tecnología para tomar decisiones estratégicas y evaluar sus resultados para mejorarlas.
5. Contratación pública electrónica
Se trata de superar la mentalidad de documento y consolidar la mentalidad del dato, mucho más flexible y eficiente. Todo el proceso de contratación tiene que estar digitalizado, con datos estructurados y de calidad que permitan una gestión eficiente, transparente y con trazabilidad. La Unidad de Contratación debe ser proactiva y liderar esta transformación digital, para proporcionar formación actualizada y saber aprovechar las tecnologías disponibles (automatización, inteligencia artificial) para reducir cargas y mejorar la calidad de la gestión y sus resultados.
6. Contratación pública sostenible
Esta competencia implica saber integrar de forma justificada aspectos ambientales, sociales y éticos en los procesos de contratación del sector público a través de criterios, condiciones y otras medidas que puedan contribuir a los objetivos estratégicos del sector público, proporcionando una mejor relación calidad-precio y un gasto eficiente de los fondos públicos. Además, deberíamos poder valorar si estas medidas son efectivas y tienen un impacto real y tangible (más allá del papel).
7. Contratación pública innovadora
Fomentar la colaboración y el diálogo con el sector empresarial y la sociedad para impulsar soluciones innovadoras, implementando estrategias que promuevan el desarrollo y la adopción de tecnologías y prácticas innovadoras, con un enfoque en la aplicación práctica de la innovación en el proceso de contratación. Con una gestión adecuada de los riesgos asociados.
8. Planificar las contrataciones y proyectar cada contrato
Se trata de realizar una planificación de todas las contrataciones previstas, de acuerdo a las prioridades y disponibilidades de recursos, estableciendo una programación realista adaptada a la realidad de la organización y de cada proyecto, identificar riesgos, oportunidades de racionalización, anticipar posibles resultados y prepararse para ello. Es crucial, además de realizar la planificación, darle el seguimiento adecuado para poder tomar decisiones informadas y coherentes, para lograr cumplir los objetivos y plazos previstos.
9. Preparar el contrato
Recopilar y preparar toda la información necesaria para los documentos contractuales, elaborando pliegos de contratación con cláusulas administrativas y prescripciones técnicas claras y precisas, y garantizando que reflejen correctamente los requisitos y objetivos del contrato. Estos documentos son fundamentales para que los proveedores comprendan la necesidad y preparen sus ofertas, y para que el responsable del contrato pueda supervisar su posterior ejecución de acuerdo a las prescripciones definidas.
10. Seleccionar el proveedor
Evaluar cuidadosamente las ofertas para identificar al proveedor más adecuado, considerando la relación calidad/precio y la capacidad del proveedor para satisfacer las necesidades, con un enfoque en la oferta que agregue mayor valor real y asegure la calidad en la ejecución del contrato y en los resultados de su prestación. Es fundamental documentar todo el proceso de selección para justificar la adjudicación.
11. Gestión de contratos
El responsable del contrato se encarga de velar por los problemas que puedan surgir, supervisar y seguir rigurosamente la ejecución del contrato, asegurando que se cumpla conforme a lo acordado en los pliegos y las condiciones establecidas, y gestionando adecuadamente los aspectos legales, técnicos y administrativos durante la ejecución del contrato. Es clave poder documentar con datos las evaluaciones y posibles áreas de mejora. La inteligencia artificial puede ser útil en esta etapa si se dispone de estos datos estructurados respecto la correcta ejecución o no de los contratos y sus resultados.
12. Riesgos de integridad y lucha contra la corrupción
Conocer y comprender los riesgos de corrupción en los procedimientos de contratación, adoptar medidas preventivas alineadas con el cumplimiento normativo, implementar prácticas para gestionar los conflictos de interés y ofrecer más y mejores garantías de integridad en toda la gestión de la contratación y los recursos públicos que se le destinan. La calidad de los datos y de las herramientas para explotarlos determina en buena medida la capacidad de la organización para detectar esas posibles banderas rojas a las que deberíamos prestar atención.
¿El siguiente paso?
Aclarado el marco de competencias necesarias para desarrollar las respectivas funciones en este ámbito, sus requisitos y aspectos esenciales, se trata de ponerlas en práctica en nuestra organización (y persona) para mejorar la integridad, eficiencia y resultados de la contratación pública.
Para saber más
- Marco de competencias para la contratación del sector público español (INAP)
- ProcurCompEU: El marco europeo de competencias para los profesionales de la contratación pública